Durante años batallé con la procrastinación, la falta de disciplina y el caos que eso trae. Mi punto de quiebre llegó durante el servicio militar obligatorio. Fue un sacudón brutal que me hizo ver con claridad. En ese entorno duro y solitario entendí que nadie iba a venir a rescatarme. O cambiaba yo… o nada cambiaba.

Tomada la decisión, comencé a buscar por dónde empezar, o qué hacer… pero mientras más tiempo pasaba más crecía mi incertidumbre y la frustración porque sabía que podía dar más… pero no sabía por dónde empezar.

Desde entonces, he recorrido un largo camino. No fue perfecto, pero fue real. Después de años de tropiezos y aprendizajes, descubrí algo valioso: no necesitas saberlo todo, solo necesitas empezar con lo esencial. Y mantenerte firme.

Hoy, me estoy formando como coach de vida para ayudarte a ti, que también quieres más. Más claridad. Más enfoque. Más de ti.

Este espacio existe para acompañarte en tu proceso de crecimiento personal, desde el compromiso, con herramientas prácticas, y con una sola meta en mente: progreso, no perfección.